Hoy vamos a saber un poco mas sobre la mitología de una de las posturas de yoga, y es que la mayoría de las asanas o posturas de yoga tienen una historia detrás, se basan en la mitología hindú y muchas de esas historia reflejan valores, obstáculos, intenciones… y lo curioso es que conocer esa historia te ayuda a la hora de realizarla, y es que te inspira.
Al menos a nosotras, como profesoras de yoga nos inspira y nos gusta transmitir la historia de la postura, también es una manera de interiorizar esos valores que puede llevar la asana (postura de yoga):
Hemos hablado del guerrero y de lo que representa, de esa lucha interior contra el ego y la ignorancia. … y hoy nos vamos a centrar en Halasana, la postura del harado.
Esta asana toma su nombre de una herramienta que todos conocemos, y que sirve para cultivar el campo, en este caso de los primitivos arados de la India antigua.
En esa época el arado estaba destinado a ser usado manualmente y para ello se necesitaban unos puños firmes, unos músculos fuertes para abrir la tierra y poder prepararla con el fín de hacer brotar el alimento, las verduras, hortalizas etc… el alimento para el hombre.
En el bhagavad Gita (que es un fragmento de 700 versos de la obra épica Mahabharata y que corresponde al diálogo que mantienen el Dios Krishna y Arjuna, que es el comandandte del ejército de los Pandava, en el momento anterior a la lucha) nos dice que, deberíamos renunciar a los frutos de nuestra labor y dedicarlos a lo divino… y es que podríamos hablar de la labor del suelo, de la vida a fin de volverla fértil… viéndolo como una metáfora, quiere decir que el campo es el drama. Las malas hierbas son el aferrarse a la existencia terrestre, el arado es por tanto, la vía que conduce a la sabiduría, a la siembra y a la cosecha de frutas imperecederas…
Historia de Halasana
La historia de Halasana se desarrolla en la población ganadera y agrícola de Vrindavan, esta zona está situada en el norte central de la India.
En ese poblado vivía Krishna y su hermano mayor, Balarama; quien era conocido como Halãdhara, porque portaba (dharā) un arado (halā).
Como buenos hermanos, se ayudaban entre sí, a pesar de las diferencias naturales entre ellos.
Halādhara era el más robusto y fuerte, por esa razón en muchas ocasiones ayudaba a su hermano Krishna a enfrentarse y a derrotar a los diferentes demonios que acechaban en los bosques de Vrindavan, durante su niñez y adolescencia, manteniendo la calma y la paz en la región.
Una calurosa tarde de verano, Halādhara decidió que quería bañarse en las aguas del gran río Yamuna.
Ese día había consumido su bebida favorita de miel de abejas y se sentía intoxicado, por lo que le ordeno al río que viniese hasta donde él se encontraba.
Acostumbrado como estaba a conseguir todo lo que desease, Halādhara se sorprendió de la negativa del río Yamuna a presentarse ante él, de manera que pudiese disfrutar de su deseado baño.
En lugar de caminar hasta la rivera del río y tomar su baño, enfadado, tomó su gran arado y lo arrastró hasta donde él se encontraba.” Trayendo por tanto el rio a él…
Así visto, se podría tratar una historia de perseverancia y de conseguir lo que quieres… De no rendirte e ir a por lo que quieres conseguir…podemos verla de tal manera que así como Haladhara trajo a él el rio, o también de tal manera como el granjero rompe la tierra con su arado y la prepara para la siembre y el riego, el yogui o la yoguini…. la persona que practica yoga lo que busca es poder dirigir su mente desde el ámbito de lo negativo hasta poder absorber lo positivo que existe en la naturaleza.
Hay otro libro, los yogas sutras de Patanjali(otro de los libros de la Hª del yoga que contiene 196 aforismos, o frases cortas con mensajes referidos a todos los aspectos de la vida equilibrando el cuerpo, la mente y la conciencia con el alma) en el que dice que “Así como un granjero labra los campos de cultivo preparándolos para la siembra y la irrigación, hemos de remover los obstáculos y todos aquellos habitos que de una forma u otra nos desvían del sendero de la práctica del yoga”.
Por tanto, podríamos decir que la práctica de esta postura, según la mitología hindú, nos ayuda a remover y preparar nuestra mente para sus frutos.
Practicar regularmente esta asana, Halasana el arado, nos ayuda a acondicionar el terreno de la mente, de manera que la siembra de hábitos sanos, junto con la irrigación adecuada por parte del conocimiento, nos brinde de grandes frutos que según esta mitología nos guiaran a la liberación de la dualidad, (esto de bueno, malo, bienestar, miseria…) y esto se consigue a través de la calidad de nuestros pensamientos.
Y es que estamos preparando el terreno para revitalizar nuestro cuerpo… arar la tierra implica otorgarle cierto orden, y esto se manifiesta en la naturaleza tranquilizante de esta postura.
Cómo realizar Halasana
Para hacer esta posturase pueden entrar desde otra asana, que se llama Sarvangasana y es la postura sobre los hombros, también la podéis conocer por la vela… para ello nos tumbaríamos boca arriba, juntamos las piernas, llevaríamos los brazos a lo largo de nuestro cuerpo con las palmas de las manos hacía abajo, ajustamos la cabeza para luego no moverla… y de aquí tomamos una inhalación y al exhalar elevamos las piernas, las cadera y las espalda y nos sujetamos la espalda con las manos… ya estaríamos arriba… y desde aquí podemos realizar algún ajuste que nos ayude a manatener esta postura, como acercar los codos entre sí para que podamos enderezar la postura, alargar la espalda y poder prepararnos para pasar a halasana…
Desde Sarvangansana, llevaríamos la atención al movimiento de las piernas y el tronco, para ello bajamos primero la pierna derecha (esto es llevandola hacia nuestra cara) manteniendo la izquierda arriba, pasados unos segundos subimos la pierna y bajamos la pierna izquierda… y ahora ya con cuidado y control bajamos las dos piernas a la vez… procurando siempre tener la espalda larga… y tocamos con los dedos de los pies el suelo…
Es importante que no forcemos, es decir si llegamos al suelo con las dos piernas fenomenal, en ese caso podemos dejar las manos en la espalda como estaban o bien bajar los brazos al suelo, estirados y agarrándonos las manos… mientras que las piernas están activas, no se flexionan…
Y si no llegamos al suelo, siempre podemos utilizar una silla… lo importante es que la postura esté bien hecha, con las piernas estiradas, y evitando mover el cuello…
Y también decir los beneficios que tiene esta postura a nivel físico mejora la respiración intercostal, estimula los órganos de la zona abdominal , además el cambio de la fuerza de la gravedad produce un efecto reparador.
Y recordar, que cuando hablamos de yoga siempre decimos que es la unión del cuerpo y de la mente, al conocer la historia y los valores que hay detrás de la postura también estamos cultivándola.
NAMASTE
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